Durante la Edad Media, en la gran época de las peregrinaciones, el Camino de Santiago pasaba por aquí. Era el Camino que venía desde Arlanzón siguiendo el río y adonde llegaba desde Villafranca Montes de Oca. Después de cruzar Arlanzón, seguía por Villalbura e Ibeas, para continuar por Hospital Yermo, Castrillo de la Vega, San Martín del Río, San Medel, Castañares y Burgos.
Por él se desplazaban los peregrinos. Antes del siglo XII, todos, y a partir de mediados del siglo XII, una parte; ya que la otra optaría por dirigirse desde Villafranca Montes de Oca a San Juan de Ortega por Valdefuentes y desde allí continuar hasta Burgos por Agés, Atapuerca, Orbaneja y Villafría.
Esta nueva ruta que acabará por ser considerada la clásica, no era sino una desviación del camino principal; desviación provocada por el Santo Juan de Ortega cuando se le ocurre fundar un Monasterio en lo más espeso y peligroso de los Montes de Oca y construir a la vez allí un albergue para los peregrinos.
Sin embargo, a finales de la Edad Media, en el siglo XV, cuando el Monasterio de S. Juan de Ortega había adquirido una gran popularidad por su hospitalidad, un peregrino alemán, escribía en una Guía para peregrinos que “al llegar a Villafranca había dos caminos para cruzar los Montes de Oca y llegar hasta Burgos. El camino de la mano izquierda (Arlanzón-Ibeas) es el mejor y más cuidado, aunque los peregrinos prefieren el de la derecha para recibir limosna en el Monasterio de S. Juan de Ortega, done tienen un hospital